martes, 24 de mayo de 2011

Introducción

¿Quién eres (en Internet) si no tienes un blog propio?

Nadie. Lo cual me encanta.

Pero se da que me gusta opinar, y escribir páginas y páginas de reflexiones que aburren hasta las piedras y que por vergüenza no enseño a mis amigos. Ni a los demás. Y ahí se acumulan, sin ser de provecho o motivo de indignación a nadie, y eso no está bien.

Soy especialista en ver la paja en el ojo ajeno, y así me ha ido, que de todas partes me han echado o me han indicado amablemente la dirección en la que se encuentra la salida.

Así que, ¿porqué no intentarlo desde un sitio del que no me pueden echar? Y el que no quiera, que no lea.

¿Y de qué va a ir esto? Pues básicamente de lo me de la gana a mí. De lo que me gusta y me interesa, que viene a ser un poco de todo, pero que calculo que la mayoría de mensajes serán críticas a algo o a alguien, habrán algunas reflexiones filosóficas, un poco de ciencia, un poco de pensamiento crítico, algo de cosas frikis y menos cosas del resto. Pero no os fiéis demasiado de esta declaración de principios, ya sabéis como son los programas políticos...

Más flexibles que la Nadia Comanecci en sus años mozos, eso quería decir. Aún no es el momento de entrar a saco.

Ese momento empezará en el siguiente post.

Así que, Internet... prepárate que voy!

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