lunes, 18 de junio de 2012

La Herencia Recibida

Después de acertar con lo del rescate a la banca (ya, no tiene mucho mérito, quedó totalmente claro cuando Rajoy afirmó que "nunca pasaría") me sigue apeteciendo meterme con el gobierno del PP.

Una de las excusas que más emplean para defender que "hacen lo que tienen que hacer y lo que haremos será lo que haya que hacer porque aquí hemos venido a hacer lo que hay que hacer" es la herencia de las malas cuentas del gobierno anterior, que dicho sea de paso, tampoco es santo de mi devoción.

Evidentemente las cuentas heredadas han sido pésimas. Pero, ¿lo están arreglando? ¿todos los sacrificios que están exigiéndonos, están teniendo algún resultado?

Rotundamente, no.

Mirad esta gráfica:

Es la prima de riesgo de España desde que está el PP en el poder. La prima de riesgo es el diferencial del bono a 10 años con respecto al bono alemán. En cristiano, es el interés que exigen los mercados para comprar deuda española. Si los mercados perciben que la deuda se devolverá sin problemas y en el plazo convenido, aceptan comprarla a un interés bajo (por ejemplo, un 2%). Si, por el contario, hay dudas sobre el cobro, exigen un interés más alto, según la fórmula de, más riesgo, más interés.

Esto no es como la calificación de las agencias de rating. No hay unos señores estudiando que valor hay que colocar o qué nota hay que poner. Es simplemente "el precio" por el que la deuda se está vendiendo actualmente. A España evidentemente le gustaría poder colocar su deuda al interés más bajo posible, pero a esos niveles a los compradores no les interesa (prefieren la deuda de otros países, o cualquier otra inversión). La prima de riesgo es simpremente el interés a partir del cual los compradores empiezan a ver la deuda como algo en el que los beneficios compensan los riesgos.

¿En qué se basan los compradores? Pues en la situación económica del país, y en los conocimientos de sus asesores al respecto. Estos mercados, esta gente, puede que sean especuladores sin escrúpulos, pero de tontos no tienen un pelo. No son de la clase de personas que se fían de lo que dice Rajoy para quedar bien en las ruedas de prensa. Se fían de las variables macroeconómicas: endeudamiento total, perspectivas de crecimiento, tasa de paro, etcétera...

Y lo que vemos en la gráfica es que sigue un camino ascendente imparable. Esta gráfica no refleja lo pobres que somos, ni cuanto paro hay, ni si exporamos más que importamos. Esta gráfica refleja la confianza que tiene el resto del mundo en recuperar su inversión. Y cada vez hay menos confianza.

Dicho de otra manera, todo lo que ha hecho (nos ha hecho) este gobierno no ha hecho recuperar "la confianza de los mercados", más bien al contrario. Sobre todo recientemiente, primero con el pufo de Bankia y después con la petición de rescate.

¿Por qué tapar agujeros en bancos no está "bien visto" por quienes nos compran la deuda? Pues es bastante sencillo. El agujero bancario es deuda privada. Es deuda de los propios bancos, de las empresas y de los particulares. No es deuda pública. Sin embargo, todas estas maniobras de nacionalizar Bankia y pedir rescates para tapar más agujeros lo que hace es CONVERTIR DEUDA PRIVADA EN DEUDA PÚBLICA. Deudas de las cuales tenían que responder personas (físicas y jurídicas) ahora son deudas de la que tiene que responder el Estado.

En España partíamos de una deuda pública PEQUEÑA (mucho más pequeña que Alemania, por poner un ejemplo) junto con una deuda privada ENORME, provocada por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Una opción, por supuesto, era que cada cual se apañara con su deuda y sus deudores, y que quiebre quien lo haya hecho mal.

La opción que ha elegido el gobierno de Rajoy es poner al estado como garante de estas deudas (para salvar el culo de sus amiguitos, básicamente), con lo cual la deuda pública ha subido de repente a niveles alarmantes. Y eso es lo que se refleja en la gráfica con el aumento súbito y reciente de la prima de riesgo. Los inversores no son tontos.

Y ya para acabar: Todos estos recortes, subidas de impuestos, reducciones de servicios básicos, serían tolerables y entendibles si por lo menos estuvieran sirviendo para lo que se supone que tienen que servir. Pero no es así. Nos estamos empobreciendo a cambio de nada. Cualquier efecto positivo que los recortes pudieran haber tenido se ha desvanecido con la irresponsable decisión de "salvar" los chiringuitos de los inútiles amigos del partido.

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